Nos ponemos en ruta, hoy viajamos hasta Zorita en Castellón para visitar uno de los santuarios más misteriosos y situado en un lugar, cuanto menos, espectacular. La palabra Balma es de origen Celta y se refiere a una cavidad subterránea.
Vista completa
La forma más fácil de llegar es, desde Zorita del Maestrazgo, Carretera CV 14 en dirección a Aguaviva (Teruel). El desvío se encuentra señalizado en ambos sentidos de la carretera a 2 Km de la población.
La realidad verdadera en La Balma muchas veces era más dura que la propia fama de los “malditos” que acudían al lugar. La mayoría de los endemoniados eran simplemente epilépticos, enfermos mentales o esquizofrénicos; los asistentes a los ritos en su mayor parte gente analfabeta, pobre, hambrienta, fácilmente manipulable e impresionable, un colectivo tremendamente supersticioso, al cual las “Brujas” y “Espiritistas”, cuentistas, timadores, gente sin escrúpulos en su mayoría, que aterrorizaban a los asistentes y les sacaban el poco dinero que tenían, todo ello dentro de un paisaje digno de la España más profunda, más cercano al delirio colectivo de una masa enfervorecida, que a la existencia real de fenómenos sobrenaturales.
Panorámica
Antes de subir por la carretera hasta el santuario nos encontramos una de las formas más curiosas de cruces, ya que se trata de una cruz cubierta. Hoy en día este santuario es un lugar de peregrinaje donde los devotos de la Virgen de la Balma no faltan a su cita el día 8 de septiembre, jornada en la que se congregan miles de fieles para venerarla. Enfermos, “poseídos”, fieles, y también curiosos se reúnen en “La cruz cubierta”, punto de encuentro donde tiene lugar el momento cumbre de la jornada: la lucha entre el bien, encarnado por un niño vestido de ángel, y el mal, encarnado por un hombre mayor disfrazado de demonio. Después de que el ángel consigue desarmar a lucifer, una serie de danzas ancestrales protagonizan la celebración.
Cruz cubierta
El Santuario rupestre está formado por un conjunto de edificios con iglesia y hospedería (restaurada y ahora convertida en Restaurante). Originalmente era un conjunto de abrigos y covachas que, mediante reconstrucciones y cerramientos tapiados con muro corrido acabaron formando una galería de unos 180 m de recorrido, incluidos la iglesia, con su campanario, y la hospedería.
Entrada a la ermita
En el interior de la ermita-iglesia es una gran cueva alargada, donde encontramos la imagen de la Virgen de La Balma, rodeada siempre de cientos de cirios y protegida por varias rejas. Y, anteriormente en el fondo de esta sala podríamos encontrar un rincón con miles de exvotos que la gente depositaba como ofrenda para que la virgen le ayudase, pero debido a un pequeño incendio que hubo en la cueva fueron retirados por seguridad. Aunque actualmente justo detrás del altar hay una pequeña cueva donde existe una representación de como encontraron a la virgen y que está lleno de pedazos de papel donde la gente deja sus plegarias y sus deseos.
Podríamos decir que se trata de uno de los rincones con más misterio y en una mejor localización de la Provincia, debido a su enclave en la propia piedra y las formaciones que se crean. Además dispone de una zona de aparcamiento relativamente grande situado abajo.
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La forma más fácil de llegar es, desde Zorita del Maestrazgo, Carretera CV 14 en dirección a Aguaviva (Teruel). El desvío se encuentra señalizado en ambos sentidos de la carretera a 2 Km de la población.
La realidad verdadera en La Balma muchas veces era más dura que la propia fama de los “malditos” que acudían al lugar. La mayoría de los endemoniados eran simplemente epilépticos, enfermos mentales o esquizofrénicos; los asistentes a los ritos en su mayor parte gente analfabeta, pobre, hambrienta, fácilmente manipulable e impresionable, un colectivo tremendamente supersticioso, al cual las “Brujas” y “Espiritistas”, cuentistas, timadores, gente sin escrúpulos en su mayoría, que aterrorizaban a los asistentes y les sacaban el poco dinero que tenían, todo ello dentro de un paisaje digno de la España más profunda, más cercano al delirio colectivo de una masa enfervorecida, que a la existencia real de fenómenos sobrenaturales.
Panorámica
Antes de subir por la carretera hasta el santuario nos encontramos una de las formas más curiosas de cruces, ya que se trata de una cruz cubierta. Hoy en día este santuario es un lugar de peregrinaje donde los devotos de la Virgen de la Balma no faltan a su cita el día 8 de septiembre, jornada en la que se congregan miles de fieles para venerarla. Enfermos, “poseídos”, fieles, y también curiosos se reúnen en “La cruz cubierta”, punto de encuentro donde tiene lugar el momento cumbre de la jornada: la lucha entre el bien, encarnado por un niño vestido de ángel, y el mal, encarnado por un hombre mayor disfrazado de demonio. Después de que el ángel consigue desarmar a lucifer, una serie de danzas ancestrales protagonizan la celebración.
Cruz cubierta
El Santuario rupestre está formado por un conjunto de edificios con iglesia y hospedería (restaurada y ahora convertida en Restaurante). Originalmente era un conjunto de abrigos y covachas que, mediante reconstrucciones y cerramientos tapiados con muro corrido acabaron formando una galería de unos 180 m de recorrido, incluidos la iglesia, con su campanario, y la hospedería.
Entrada a la ermita
En el interior de la ermita-iglesia es una gran cueva alargada, donde encontramos la imagen de la Virgen de La Balma, rodeada siempre de cientos de cirios y protegida por varias rejas. Y, anteriormente en el fondo de esta sala podríamos encontrar un rincón con miles de exvotos que la gente depositaba como ofrenda para que la virgen le ayudase, pero debido a un pequeño incendio que hubo en la cueva fueron retirados por seguridad. Aunque actualmente justo detrás del altar hay una pequeña cueva donde existe una representación de como encontraron a la virgen y que está lleno de pedazos de papel donde la gente deja sus plegarias y sus deseos.
Podríamos decir que se trata de uno de los rincones con más misterio y en una mejor localización de la Provincia, debido a su enclave en la propia piedra y las formaciones que se crean. Además dispone de una zona de aparcamiento relativamente grande situado abajo.
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