LA PORTELLADA

Para celebrar la llegada del verano hoy os traemos una de las cascadas consideradas de las más espectaculares debido a su localización y su caída.

Nos ponemos en ruta, La Portellada es una localidad situada en España, más concretamente en la provincia de Teruel (Aragón) en la comarca de Matarraña. Tiene un área de 21,37 km² con una población de 266 habitantes, por ello os recomendamos este lugar, por su paz y tranquilidad.

Para llegar hasta la localidad se accede fácilmente por la carretera autonómica (A-231) con dirección Valderrobres. 6 km después de haber pasado La Fresnada sale una carretera local que te lleva directamente a La Portellada. A 3,5 km sale una pista de tierra de 2 km de longitud que desciende hasta el salto. El camino se inicia tras una curva cerrada y está marcado con un indicador como “El Salto”. Desechar una pista paralela al río que se inicia en el km 1 de la carretera a La Portellada. Es de fácil acceso con cualquier coche, aunque está algo alejado del centro la localidad.

En primavera es impresionante ver el agua caer con fuerza por las lluvias que han aumentado el cauce del río Tastavins. Bajo la cascada os encontraréis con una pequeña playa ideal para darse un refrescante baño en las aguas cristalinas de la poza. En verano, cuando la cantidad de agua se reduce, podréis apreciar las caprichosas formas que el tiempo y el agua están dejando en las rocas del salto.

La caída de la cascada llega a alcanzar unos 20, pero claro, hay que tener en cuenta las lluvias, puesto que si no llueve la cascada cesa y a pesar de que el paraje es igual de mágico, no es lo mismo que si ves el agua caer, y más aún en verano. La cascada cae a una poza de pocos metros de profundidad en la que poderse refrescar en los meses más calurosos del verano porque tiene un agua muy cristalina y fresquita.
También se pueden ver algunos visitantes como el que nos encontramos y que aparece en la imagen de arriba. Recomendamos llevar un calzado cómodo y que se pueda mojar y si es el tiempo es favorable un bañador y una toalla...¡Y a disfrutar del verano!