Blogueras Viajeras ha aprovechado muy pero que muy bien la festividad del Pilar y ha usado ese día festivo para hacer lo que mejor sabe… ¡VIAJAR! Aquí os dejamos un post con toda la info del pueblo que fuimos a visitar. Empezamos.
Nos ponemos en ruta, hoy viajamos hasta Castilla la Mancha para visitar un precioso y coqueto pueblo de la provincia de Albacete, Jorquera.
Jorquera es un municipio español situado al sureste de la península ibérica, en la provincia de Albacete, dentro de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Se encuentra a 47 km de la capital provincial. Comprende las pedanías de Alcozarejos, Calzada de Vergara, Cubas y Maldonado. Forma parte, junto con otros municipios, de La Manchuela. Está situado sobre el meandro que traza el Júcar y es toda una atalaya natural con las casas trepando el tajo.
Lo primero que destaca de la Jorquera es su situación y su aspecto. Se sitúa en un alto sobre un meandro del Júcar y la población se adapta a su recorrido de modo que la atalaya natural parece hecha para el pueblo y no al contrario. La roca asciende con las casas perfectamente ensambladas y a sus pies el corte de la piedra del cañón del Júcar. En su casco urbano el edificio más notable es la parroquia de la Asunción del siglo XVI, de construcción gótica concluida con elementos renacentistas. Además entre sus monumentos, la fortaleza con varios recintos defensivos, entrelaza la zona cristiana en la parte inferior en torno a la torre de Doña Blanca, con la zona superior ovalada fechadas en la época almohade.
Durante nuestro recorrido pudimos disfrutar de bellos paisajes por sus calles y además de curiosos habitantes que nos acompañaban durante el trayecto.
Y si además te gusta el fútbol, tendrás que pasearte por el pueblo que vio nacer y crecer a Andrés Iniesta, Fuentealbilla, que también es Manchuela, como Casas Ibáñez, que tiene un Balcón de Ensueño (literal y con mayúsculas), con vistas impresionantes sobre el valle del Cabriel, competidor del Júcar por sus hoces, o La Recueja, tocado igualmente por la magia ribereña.
Antes de iros es casi de obligación visitar el mirador desde donde se puede contemplar toda la belleza del pueblo que parece de cuento, y que, además está muy bien protegido por el río Júcar que casi bordea el mismo pueblo.
Nos ponemos en ruta, hoy viajamos hasta Castilla la Mancha para visitar un precioso y coqueto pueblo de la provincia de Albacete, Jorquera.
Jorquera es un municipio español situado al sureste de la península ibérica, en la provincia de Albacete, dentro de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Se encuentra a 47 km de la capital provincial. Comprende las pedanías de Alcozarejos, Calzada de Vergara, Cubas y Maldonado. Forma parte, junto con otros municipios, de La Manchuela. Está situado sobre el meandro que traza el Júcar y es toda una atalaya natural con las casas trepando el tajo.
Lo primero que destaca de la Jorquera es su situación y su aspecto. Se sitúa en un alto sobre un meandro del Júcar y la población se adapta a su recorrido de modo que la atalaya natural parece hecha para el pueblo y no al contrario. La roca asciende con las casas perfectamente ensambladas y a sus pies el corte de la piedra del cañón del Júcar. En su casco urbano el edificio más notable es la parroquia de la Asunción del siglo XVI, de construcción gótica concluida con elementos renacentistas. Además entre sus monumentos, la fortaleza con varios recintos defensivos, entrelaza la zona cristiana en la parte inferior en torno a la torre de Doña Blanca, con la zona superior ovalada fechadas en la época almohade.
Durante nuestro recorrido pudimos disfrutar de bellos paisajes por sus calles y además de curiosos habitantes que nos acompañaban durante el trayecto.
Y si además te gusta el fútbol, tendrás que pasearte por el pueblo que vio nacer y crecer a Andrés Iniesta, Fuentealbilla, que también es Manchuela, como Casas Ibáñez, que tiene un Balcón de Ensueño (literal y con mayúsculas), con vistas impresionantes sobre el valle del Cabriel, competidor del Júcar por sus hoces, o La Recueja, tocado igualmente por la magia ribereña.
Antes de iros es casi de obligación visitar el mirador desde donde se puede contemplar toda la belleza del pueblo que parece de cuento, y que, además está muy bien protegido por el río Júcar que casi bordea el mismo pueblo.
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